Por Martha Cázares
Este reportaje es parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists
En noviembre de 2023 Martha Alfaro Reyes, residente de Nuevo Laredo, Tamaulipas fue diagnosticada con cáncer. Murió el 13 de enero de 2024 en espera de un medicamento por parte del Gobierno Municipal, el cual nunca llegó.
Como el Ayuntamiento cuenta con un programa para que personas de escasos recursos y sin seguridad social puedan acceder gratuitamente a medicinas, Yucary Alfaro, hermana de Martha, acudió a solicitar el apoyo.
Cumplir con los requisitos fue sencillo: presentar credencial de elector, comprobar que no tienen dinero y hacer la petición presentando la receta a alguno de los 21 regidores y síndicos que conforman el cabildo municipal.
Quedaron en llamarle por teléfono para avisarle que pasara por su medicina, sin embargo pasaron varios días y como el tiempo apremiaba para empezar el tratamiento, por lo que Yucary Alfaro acudió a averiguar personalmente.
Pese a que la medicina solicitada tenía un costo de 800 pesos y que hay un presupuesto mensual en el Ayuntamiento de 10 mil pesos por regidor, Martha no pudo obtener sus pastillas porque el presupuesto anual se había terminado.
“Lo compré (el medicamento) pero perdió cinco días mi hermana. Lo lamentable fue que no te dicen si sí o sí no, y pierdes días de un tratamiento médico que te hubiera servido para la evolución de la salud de mi hermana, y pasaron cinco días y dijeron que no, pues son cinco días que está (…) la enfermedad y que está avanzando”, expresó Alfaro Reyes.
Aunque el Ayuntamiento de Nuevo Laredo cuenta con un presupuesto anual de 5 mil millones de pesos y el Municipio está familiarizado con la compra de insumos médicos, pues en los últimos tres años han inaugurado nueve farmacias “Una Nueva Era” (UNE), conocer los datos sobre presupuestos, proveedores y adquisiciones no es posible mediante acceso a la información pública o entrevistas a funcionarios públicos.
Esta discrecionalidad salió a la luz luego de que Jorge Ramírez Rubio, regidor y presidente de la Comisión de Salud en el Cabildo, exhibiera la situación en enero de 2023.
A más de un año, el problema persiste y no es posible conocer más sobre el tema mediante la Plataforma Nacional de Transparencia o por solicitudes de información, pues el gobierno de Nuevo Laredo entrega respuestas a medias o señala que los datos están disponibles en ligas de páginas de Internet que no contienen lo solicitado.
Medicinas de bajo costo compradas a sobreprecio
El Gobierno municipal de Nuevo Laredo es encabezado desde 2021 por Carmen Lilia Canturosas Villarreal y se divide en varias áreas, entre ellas, una dirección de Salud que depende de la Secretaría de Bienestar Social.
En esta Dirección se manejan nueve módulos de salud UNE (Una Nueva Era), que cuenta cada uno con una farmacia municipal UNE, cuyo objetivo es proveer de medicinas de bajo costo a la comunidad. Esos medicamentos se adquieren a través de la Dirección municipal de Adquisiciones y se venden en sus respectivas farmacias.
A su vez, el área de Síndicos y Regidores maneja un programa para otorgar medicamentos y análisis gratuitos a las personas que lo soliciten previa entrega de receta médica o bien orden de análisis médicos.
En este caso, el ciudadano hace el trámite con alguno de los 19 regidores, quienes tienen acceso a un sistema en su computadora para que ahí puedan ver el medicamento disponible y su costo. Pero ahora ya no pueden ver el costo, explicó el regidor Ramírez Rubio.
“El medicamento yo lo solicité, a través de oficios, se llama losartán con hidroclorotiazida, ese medicamento tengo ahí las fotografías de entrega a la persona que padece de hipertensión. Lo solicito, me es entregado el medicamento y después es entregado a la persona”, señaló el regidor Jorge Ramírez Rubio.
El presidente de la Comisión de Salud en el Cabildo, quien también es médico de profesión, dijo conocer cuánto cuestan las medicinas, por lo que se sorprendió al ver que un losartán con hidroclorotiazida, cuyo costo es de 56 pesos, había sido comprado por mil 495 pesos.
“Cuando me la traen dos, cuatro semanas después, logré ver que decía ‘losartán con hidroclorotiazida, mil 495 pesos”, precisó Ramírez Rubio durante una sesión de cabildo en enero de 2023.
“Se lo hice saber a la síndica (Imelda Magín) y la síndica me dice ‘es que debe haber sido el medicamento original’, nada más que yo recibí el producto y el producto era losartán con hidroclorotiazida del laboratorio Pharmalife, no otro laboratorio, no es el original, es el genérico”, afirmó.
En otra respuesta, el Municipio emitió la lista de medicamentos adquiridos, pero no la cantidad ni el precio unitario, como se pidió de manera específica. Los nombres de los proveedores tampoco fueron entregados.
“Hay gente que se queda sin medicamento porque se acabó el dinero”
La falta de rendición de cuentas también se refleja entre los datos a los que deberían poder disponer los funcionarios públicos, pues anteriormente los regidores tenían acceso al listado de los medicamentos adquiridos y el costo en que se compró cada uno, sin embargo, tras ser revelado el precio inflado del Losartán en junta de cabildo, esta información fue ocultada.
De acuerdo al regidor Ramírez Rubio, cada uno de los 21 miembros del cabildo puede disponer de 5 mil pesos mensuales para otorgar medicinas a la ciudadanía que lo solicite, sin embargo, tras revelarse el sobrecosto, el sistema de la computadora mediante el cual ellos podían ver el dinero disponible también está bloqueado.
“Hay gente que se queda sin medicamento porque se acabó el dinero”, confirmó Ramírez Rubio, quien detalló que el presupuesto de los estudios de laboratorio también ha disminuido,
“En la actual administración se redujo a 5 mil pesos, y luego se quedó como en el limbo, como que, bueno, pues 5 mil, pero si necesitas más, pues pídelo, ahí es donde entra ya el síndico, a decir ‘te lo doy o no te lo doy’, cuando yo no le veo congruencia”.
Sin listado de proveedores y sin licitación
Por su parte, Imelda Mangín, síndica municipal, expresó que lo preocupante es que los ciudadanos no reciban sus medicamentos, aunque dijo desconocer casos de personas que se hayan quedado sin el suyo.
“A mí lo que me interesa y me preocupa es que el ciudadano reciba el apoyo y mientras se le otorgue, pues estamos contentos”, dijo.
Al ser cuestionada sobre los proveedores, la funcionaria pública dijo no tener idea, pese a que forma parte del Comité de Compras.
Por acceso a la información pública se volvió a solicitar el listado con nombres de proveedores y montos, pero no se obtuvo respuesta, por lo que se entrevistó a otro síndico, Jesús Jasso Montemayor, quien confirmó que las medicinas no se licitan.
“No es licitación, aquí cada farmacia o cada proveedor se da de alta en adquisiciones y nos vamos sobre el medicamento, el que esté un poquito más bajo de precio, a ese se le compra, pero está abierto a cualquier proveedor que quiera darse de alta”, explicó Jasso Montemayor.
La secretaria municipal de Bienestar Social, Liliana Arjona Barocio, encargada del área de salud de las farmacias municipales UNE (Una Nueva Era), tampoco pudo brindar información al respecto, pues desconoce el tema. “Eso no está en mi competencia”, indicó cuando se le preguntó sobre a quiénes compran los medicamentos.
La funcionaria reiteró que las farmacias otorgan medicamentos a bajo costo, y en ocasiones, de manera gratuita, si el paciente es de muy escasos recursos económicos.
“Yo nada más hago las solicitudes (de medicamentos), tendrías que investigarlo en adquisiciones. Mi trabajo es hacer las solicitudes de medicamentos. Si baja el stock, se hace el pedido”, indicó.