Marco Estuardo de la Rosa González tiene una sonda desde octubre del año pasado, la cual debe ser retirada urgentemente porque tiene inflamación, sangrado y dolor intenso.

‘ME ESTÁN DEJANDO MORIR’, DICE PACIENTE DEL IMSS NUEVO LAREDO

NUEVO LAREDO.- Un trabajador que sufrió un accidente laboral pidió publicar su caso, ya que lleva meses sin recibir atención médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS.

Marco de la Rosa González ha bajado mucho de peso por su condición, está prácticamente “en los huesos”, como se dice coloquialmente.

Necesita una operación para que le retiren una sonda urinaria, pero la excusa del IMSS es que no hay urólogo, y está internado sin que le den fecha para resolver su problema.

“Me están dejando morir”, dijo el padre soltero de tres niñas, que lo esperan en casa porque es lo único que ellas tienen.

Su odisea inició en octubre del 2022, cuando una pipa lo atropelló en la empresa transportista en que trabaja, por lo que lo operaron de urgencia en Monterrey y se le puso la sonda.

Su recuperación iba de manera normal, pero el 15 de marzo de este año empezó a tener un dolor intenso en el área donde le colocaron la sonda, y se dio cuenta de que empezó a orinar sangre, así que acudió a consultar y le notificaron que debían operarlo para retirar la sonda.

El problema es que no hay urólogo para atenderlo, y esperó muchos días a que le resolvieran, mientras debía soportar dolor constante, hasta que decidió el alta voluntaria para buscar un médico particular, pero le cobran más de 200 mil pesos por la operación, y no tiene ese recurso.

Acudió a Derechos Humanos para que orillaran al IMSS a canalizarlo a Monterrey, donde sí hay urólogo y pueden operarlo, pero lo enviaron a Matamoros, donde tampoco pudieron intervenirlo quirúrgicamente, así que se regresó a Nuevo Laredo, donde vive con sus dos hijas menores de edad, pues es padre soltero.

El 30 de abril, el paciente de 37 años de edad ya no aguantó el dolor, además de que sangraba mucho, y acudió nuevamente a consultar; el médico que lo revisó decidió internarlo, porque necesita una operación.

Actualmente permanece internado, sin embargo, pasan los días, y no programan su cirugía, pero tampoco lo dan de alta porque tienen mucho dolor y sangrado. Su cuerpo ya resintió el malestar, pues ha bajado mucho de peso.

Las y los enfermeros le comentan que no pueden hacer nada por él, porque no hay urólogo, y debe tener paciencia para cuando lo envíen a Monterrey para operarlo, pero mientras tanto sigue bajando de peso, sangrando y con dolor.

Desesperado, De la Rosa González recurrió a los medios de comunicación para exponer su caso y que el IMSS le practique la operación que requiere para recuperarse, volver a trabajar y atender a sus hijas de 11, 10 y seis años de edad, pues es padre soltero.

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